Esto puede provocar un dolor que se extiende al hombro o al brazo, así como debilidad y entumecimiento muscular.

La radiculopatía cervical suele surgir por los cambios degenerativos que se producen en la columna a medida que envejecemos o a raíz de una lesión que provoca hernias o protuberancias en el disco intervertebral.

A medida que los discos envejecen, pierden altura y comienzan a sobresalir, también pueden ir perdiendo contenido de agua y se vuelven más rígidos.

En la mayoría de los casos, el dolor de una radiculopatía cervical comienza en el cuello, y tiende a desplazarse hacia abajo por el brazo en el área abastecida por el nervio dañado.

Este dolor generalmente se describe como agudo o punzante. Algunos movimientos del cuello, como extender o esforzar el cuello o girar la cabeza, pueden aumentar el dolor.

Algunos pacientes mencionan cosquilleo o sensación de “pinchazos” en los dedos de la mano o en la mano, debilidad muscular en el brazo, el hombro o la mano, pérdida de sensibilidad.

Si después de un tiempo, los tratamientos no quirúrgicos no alivian los síntomas, puede que se le recomiende una cirugía. Existen varios procedimientos quirúrgicos para tratar la radiculopatía cervical. El procedimiento que se recomiende dependerá de varios factores, como los síntomas y la ubicación de la raíz nerviosa afectada.

Ante cualquier molestia, es importante acudir con un especialista, quien identificara la raíz del malestar y recomendara el mejor tratamiento para aliviar la molestia.